Ayer era el cumple de mi hijo. 12 años tiene ya (y yo de más!) y que se han pasado sin que me haya dado casi cuenta. Este año ha sido diferente y no he podido estar con él las 24 horas, así que me tocaba organizar merienda cena y sólo disponía desde el mediodía para hacerlo. En principio, descarté preparar un postre, que suele necesitar un proceso relativamente largo y, sobre todo, un tiempo de reposo. Pero a eso de las 6 de la tarde pensé en que no podía dejar al niño sin su momento tarta e improvisé esta que, además de hacerse en menos de una hora, se puede comer templada.
Ingredientes:
- 1 base de hojaldre Adpan (¡El invento del siglo!)
- 1/2 kilo de fresas.
- Azúcar glass.
Para la crema:
- 1/2 l de leche
- 4 yemas de huevo
- 150 gr de azúcar
- 45 gr de Maizena
- Corteza de limón y naranja.
- 1 ramita de vainilla o canela
Elaboración:
- Hornear la masa de hojaldre en un molde de tarta bajo (como este) siguiendo las instrucciones del fabricante y con algo de peso en la base (unos garbanzos, por ejemplo) para que no suba mucho por esa parte.
- En un cazo poner la leche, el limón y la naranja y la canela o vainilla, a fuego medio y sin que llegue a hervir, para aromatizarlo. Mientras batimos muy bien las yemas con el azúcar y añadimos después la maizena.
- Retiramos la leche aromatizada del fuego y echamos la mezcla anterior. (Ojo! La leche no tiene que estar muy caliente para que no cuaje el huevo al echarlo) Ponemos al fuego y, sin parar de remover, lo dejamos hasta obtener la consistencia de crema espesa que deseamos.
- Dejar templar el hojaldre y la crema.
- Sacar el hojaldre del molde con cuidado de no rompero y que mantenga la forma.
- Echar la crema en el interior de la tartaleta de hojaldre.
- Decorar con las fresas y cuando se vaya a servir, espolvorear con azúcar glass.
El resultado es muy vistoso, y eso que mis fresas eran demasiado grandes, pero la imagino con frambuesas o fresas más pequeñas y tiene que quedar chulísima y muy rica. El tiempo que necesitamos es menor de una hora y la mezcla de sabores: el dulzor de la crema, la leve acidez de las fresas y el crujiente del hojaldre es, para mí, una mezcla perfecta.
Espero que os guste y que os apañe alguna visita o cena imprevista.
¡¡Qué buenoooo!! Tú en dulce y yo en salado... Y no es la primera vez que tenemos telepatía ¿verdad?
ResponderEliminarMi mente es abierta!! Todo el mundo me la lee!
EliminarHoy os habéis propuesto todas ponerme los dientes largos con el Hojaldre!
ResponderEliminarPues esta me la apunto, porque parece fácil y rica
Gracias Nuria
Es muy fácil, sí. Y si ayer estaba buena, hoy que se habían "comido" la fresas el azúcar glass más!
EliminarUmmm ¿En una hora? Tu hijo no necesita muchos regalos, el mejor regalo es una madre como tú. Qué pintaza de tarta!
ResponderEliminarMi hijo sí que es un regalo. ¡¡Gracias Ricardo!!
EliminarQué alegría se llevaría de tener una tarta tan rica para su cumple. Felicidades a los dos. Besos
ResponderEliminarGracias Geles!
EliminarQué delicia!!!! Antes la crema no me decía nada, pero con la edad cada vez me gusta más.
ResponderEliminarA mí me pasa igual. Yo creo que es porque los postres y tartas de nuestra infancia eran la mayoría con crema y la acabas cogiendo un poco de gato, pero ahora ... es una delicia, la verdad.
EliminarLa tarta debe estar riquisima. Tu hijo una de tus mejores recetas. Aunque llegue tarde,un besazo a ese hombrecito tan guapo y viva la madre que lo.parió !
ResponderEliminarFelicidades a tu chico!! me comía yo ahora un cachito de tarta así. ;)
ResponderEliminar