Estimado Don:
He aquí una madre trabajadora, una gladiadora del hogar a la que, mala suerte, se le ha roto en estos días el mando de imagenio, que es verdad que ya me lo han cambiado ustedes, y todo el equipo entero, lo cual no acierto a entender, que el descodificador funcionaba divinamente, y que se lo dije a su técnico, el que me pasaron después de hablar con el comercial, con el que me pasaron después de decir "avería", después de decir "imagenio", después de llamar al 1004. Que bien amable que fue, y que me llamaba doña y me preguntó mi nombre "para dirigirme a usted" y que cuando salvamos el obstáculo de parecer que no hablábamos el mismo idioma y eso que yo juraría que el chico era de habla hispana, anda que no estuvo ingenioso el tío, que cuando le digo que no le entiendo me habla como en cámara lenta, por recursos no será, tienen ustedes respuesta para todo. Y qué le digo del técnico, que si tiene pilas el mando me dice, aquí casi me da un ataque de risa, porque mire usted, pareciera o pareciese que no podemos los usuarios cambiar las pilas antes de llamar al 1004, decir imagenio, decir avería, pulsar el uno, hablar con el comercial y después con el técnico. Que yo ya lo había probado todo, se lo digo de verdad, y que el mando nada. Y que no le pongo otras pilas le digo, que ya lo he probado, oígame, y que lo que quiero es que me lo cambien. Y después de apuntarlo donde ustedes apunten estas cosas me suelta lo de la locución para ver si quedo satisfecha, pues vale, venga, quedo. Y no hago más que colgar y me mandan un sms. Están ustedes en todo. Qué detalle. Y esta mañana la señorita que llama, que si voy a estar en casa, pues mire usted le digo, que estarán por la tarde, que ya se lo dije y que si a las cuatro y media. Pues buena hora. Y creo que aquí me han mandado otro sms, pero ya no me acuerdo bien. Eso sí, me acuerdo de que a las tres y media me han llamado, que venía, que le he dicho que no, que era a las cuatro y media y parece que al señor no le venía bien, y yo qué lo siento, pero es que no hay nadie. Pero que ha venido, y que ya le digo que todo el equipo entero ha cambiado (y según están las cosas, menudo dispendio). Pero mejor, que en el roto no se veía la hora y en este sí. Pero ya no sé ni qué decirle de esta noche, que eso sí que no tiene nombre. Que llego del mercadona, con las bolsas, que pesaban que ni le cuento, y yo sola que he ido, y mi madre que estaba en mi casa esperando con los niños, que menudos calores traía yo, que no puede ser, fíjese, salir a las siete de trabajar, tener que comprar flores para mañana el cole y hacer la compra, pero dirá usted que no es problema suyo eso, y razón que llevaría. Y van ustedes y me llaman, y la niña que me dice que me ponga, y yo que no puedo, y ella que es el de telefónica, que si estoy satisfecha, pues dile que sí; y se lo dice, y me mandan otro sms, que están ustedes en todo, y sigo con las bolsas, y tengo que hacer la cena y suena el teléfono otra vez, y es una amiguita de mi hija y nada más colgar, el teléfono otra vez, otra locución de esas, que si está satisfecha pulse uno. Que en serio se lo digo, aquí es cuando casi me da un ataque, que estas no son horas, que vaya manía que tienen . Y fíjese que son las tantas, y que dirá usted que si no tengo mejor cosa que hacer que ponerme a escribirle y sí, sí que tengo, pero es que estas cosas o se escriben en caliente o se las calla uno para siempre y además que así espero a que me haga efecto la coca-cola que me he tomado por ver si me vengo arriba. Con Dios.
Editado: Hoy es el día del celiaco y lo había olvidado. Buena señal.