El marido viendo una de vaqueros.
La hija invitada a comer a casa de los abuelos.
El hijo invitado a comer en casa de un amiguito.
Servidora se ha hecho la manicura, la pedicura y una depilación integral. Hace un calor agobiante, bochornoso, impropio de tierras serranas. El ordenador y navegar por internet me aburren. Ya he leído el periódico. Ya he visitado vuestros blogs. Ya he visto otra vez las fotos de las vacaciones. Me he vuelto a probar los de vestiditos de "a euro" y las cuñas de "a dos" que encontré ayer en el mercadillo (Démo, me acordé de tí con esos chollazos). Olvidé mi libro y mi toalla en la piscina, así que, me voy a su rescate.
¿Cómo puede alguien odiar el verano?
Creo que sólo "odio" la depilación integral; pero por pereza y porque no me gusta sufrir.
ResponderEliminarEl refresco fresco, un libro, tumbona, baño en mar/piscina para refrescarse y nadar y ponerse monísima y quererse... ains eso sí que es vida!
Es que este verano está siendo muy duro. No nos da ni tregua refrescando por las noches.
ResponderEliminarSaha,
ResponderEliminarDí que sí, que hay que quererse mucho, y si eso implica depilaciones integrales, que se le va a hacer, mujer. Y si los pelos no te importan, pues mejor todavía, jajaa.
Pikerita.
Yo no recuerdo haber pasado una mala noche en mi casa de aquí porque estamos en la sierra, mi casa está muy alta, y siempre, siempre, corre el airecito, pero el lunes por la noche ¡¡no podía dormir!! Como si estuviera en Madrid, vamos.
Pues aquí en los nortes... simplemente no hay verano propiamente dicho, hay días de verano... me da envidia ver el bikini, el capazo...
ResponderEliminarMusus
Olly,
ResponderEliminarMe llama mucho la atención cuando me encuentro gente en Cádiz de Asturias, Pais Vasco, que se tienen que desplazar más de mil kilómetros, pero siempre te dicen lo mismo, que es un lujazo para ellos el tener sol a diario. Pero ahora mismo, te envidio, no sabes como. ¡¡Que calores!!
Hombre, odiar, es una palabra muy fuerte, pero seguro que sabes, que no es mi estación favorita... No, no lo es, y supongo que resulta tan inexplicable de comprender, como al contrario para mí...
ResponderEliminarBesos.
Alegría,
ResponderEliminarNo, ni mucho menos, no me parece inexplicable, para nada. A mi madre no le gusta nada el verano, así que he convivido siempre con ese sentimiento hacia él. Para mí, simplemente, es sinónimo de vacaciones, de días largos, de sol.
Supongo que en tu caso está el agravante de ver tu pueblo o ciudad repleto de turistas, aguantar grandes atascos, tus playas repletas, los supermercados con largas colas. A mí me pasa un poco igual en el pueblo. Vengo mucho en invierno y me encanta el ambiente de cuatro gatos, cuando hay un puente o aglomeraciones en verano para comprar, por ejemplo, me agobio un poco.
Yo soy feliz habiendo sol, aunque sea en días de invierno en pleno mes de Enero.
... supongo que en el término medio, está la virtud. También me encanta el sol, sobre todo en invierno... ;)
ResponderEliminarBesitos.
Pues yo el verano en España como que no, lo cierto es que aquí me gusta cuando hace buen tiempo porque la mitad de los días se pone a llover.
ResponderEliminarAy, si es que el caso es quejarse!