Al final el viernes me largué a Ikea, compré mi balda de uno veinte por cincuenta y tantos, me enamoré de unas cuantas cosas (mención aparte en post especial) y dediqué el sábado por la mañana a montarla y poner un poco de orden en ese armario enorme que tenía completamente desaprovechado.
Abajo puse los moldes, aparatos y utensilios varios.
Y arriba las harinas metidas todas en dos latas de metal.
Pero como el sistema no me acaba de convencer, me escapé a una tienda de chinos el domingo y rematé la faena, reservando las latas para lo que realmente son.
Y le di utilidad a ese portatartas rectangular que ha estado en el maletero de mi coche tres meses.
¡La cantidad de cosas que podemos llegar a almacenar todos los que le damos a la cocina un poco más de lo normal!
¿Cómo apañáis vosotros el tema de orden?
Se aceptan todo tipo de sugerencias que serán bien recibidas.