Érase una vez una mujer celiaca que tenía un hijo celiaco también. La mujer tenía dos hijos más y uno hacía su primera comunión.
Organizó el gran día sin olvidar detalle: compró el traje para su niño comunionero y preparó sus mejores galas para los otros dos y ella misma (seguro que el marido se puso algo que ya tenía). Hizo fotos y recuerdos de ese día para todos sus invitados y, como no, concertó un menú sin gluten por todo lo alto, porque sí, porque un día es un día y estamos que lo tiramos. Que si pulpo, que si foie, que si carabineros, que si cogollitos con salmón y buen solomillo, cordero o pescaíto. Y postre ¿eh? Que pasamos de la "fruta de temporada" en estos convites. Todo adaptado y todo sin gluten para todos. El que paga manda y nosotros, ya sabéis, somos así, si se puede poner un menú para todos, se pone y punto.Y chuches, compró un montón de chuches, que no le falte de nada a mi niño celiaco (ni a mí) aunque no sea el de la comunión.
Y llegó el gran día. Allá que van todos, los cinco, más guapos que qué (cómo si los viera) caminito de la iglesia. Allá que esperan los abuelitos, los tíos, los primos y el resto de invitados. Todos más guapos también que qué (cómo si los viera).
El niño toma la primera comunión, el cura coge las formas, las ofrece al resto de los familiares y la mamá celiaca, la mamá que ha preparado el día con todo lujo de detalles, que cree que no ha olvidado ni uno solo, entonces ... se levanta, tan pichi ella, tan decidida ...
¡¡Y comulga con esa forma puro gluten!!
Su madre la mira, su marido la mira y su amiga le dice: "no sabía que las celiacas podían comulgar normalmente".
Y a mí, lo siento, pero que cuando me lo cuenta me da la risa y le digo: "¿Me dejas contarlo en el blog?.
Y os lo he contado. Casi, casi, tal cual como ocurrió, porque yo no estaba.
¿Qué os parece? ¿Os ha pasado algo así?
Lo que me has hecho reír con la situación! Josus si esq en esos días estas tan nerviosa y emocionada que pasa lo que pasa , te olvidas de que eres celiaca ^_^. Espero que no se pudiera mala.
ResponderEliminarBesazo
Pobre mujer!! Espero que el día especial no acabase en drama.
ResponderEliminarBesotes
Coquelicot
Noooo! Qué va! Nada de dramas. Un fallo lo tiene cualquiera.
EliminarJajaaaa... ¡Se entregó en cuerpo y alma al evento!
ResponderEliminarJajajajaja que me parto. Segurííííísimo que te lo contaron de primera mano, tan de primera mano que es como si te hubiese pasado a ti misma.
ResponderEliminarPalabrita que no fui yo. Tengo el testimonio aquí mismo de la protagonista.
EliminarPrimero: pobre mujer; tan centrada en todo que se olvidó centrarse en un detallito como ése....
ResponderEliminarSegundo: no sé si lloro de la risa o de qué!
Y desde mi desconocimiento, desde el paraíso no celiaco... ¿Qué le pasó? ¿Cómo de graves pueden ser las consecuencias?
ResponderEliminarEstoy con Ana, ¿alguna reacción? o la cantidad no esa significativa...
ResponderEliminarA mí en particular no me hubiera pasado nada, si acaso unas ligeras molestias de hinchazón y gases, pero hay gente súpersensible que se pone mala inmediatamente con diarreas y demás.
EliminarPor ahí abajo está la prota diciendo que ella no sabe si fue eso o el atracón que se dio después (o el come-come que tendría).
Jajaja como me he reido .. estaba tan preocupada con el saraho que se le escapa lo mas basico. Pobre. Esto nos puede pasar a cualquiera
ResponderEliminarJJJJ Me imagino la cara de estupor de la familia! En estas situaciones excepcionales los nervios nos juegan malas pasadas.
ResponderEliminarY el niño de la Comunión como.comulgó con o.sin?
ResponderEliminarEl niño de la comunión "con". No es celiaco. ES el hermano pequeño.
Eliminarjajaja... vaya plan!
ResponderEliminarjajajaja.... por favor!! dedícate a la literatura... que bien lo has contado.... jajajaja. Estoy con la demás.... qué pasó???
ResponderEliminarJajajajajaja... me troncho de risa.
ResponderEliminarReal, real, palabrita del niño Jesús, ¿a que sí?
Cosas como ésta... sólo aptas para gladiadoras! Abstenerse principiantes. :)
Esto es para gladiadoras y gladiadores, claro! No es apto para principiantes ni para personas que no sepan reirse de sí mismos (o de sus primos).
EliminarEso es que no tiene costumbre y ni se dio cuenta! Se dejó llevar por el evento. Qué pobre.
ResponderEliminarEs que es nueva celiaca.
EliminarBueno, aquí estoy, la protagonista de esta historia, real como la vida misma.
ResponderEliminarAsí fue, tanto me centré en el sarao, en los modelitos, en los detalles y en una comunión sin gluten que se me pasó lo más importante. Según di la espalda al altar y vi las caras de asombro de los míos, caí en la cuenta. ¡Qué apuro!, no sabía si reír o llorar, si escupir o tragar. Opté por tragar y "que sea lo que Dios quiera"...
En cuanto al dolor de barriga no sé si fue por la Hostia o por el atracón siguiente.
Gracias prima por hacerme protagonista de una de tus historias y por facilitarme esta nueva vida con tus estupendas recetas.
¡Gracias a tí por dejarme contarlo y por dar fe de que no me lo invento ni era yo!
Eliminar¡Gracias a todos por vuestros comentarios!
ResponderEliminarSeguro que alguna historia de estas más nos sale en la family. Somos tantos ...
Pobre Maite!!! tanto esmero y al final... jejeje...
ResponderEliminarLo importante es que por lo menos fue un buen día!!
Un besote
Jajaja, me lo creo, porque yo cada vez que preparo una fiesta familiar tengo la sensación que se me olvida algo....y Maite fue algo más que la sensación, bueno espero que no le sentara mal, por lo menos ese día. Besitos sin gluten. www.ilusionessingluten.com
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