Nos quejamos muchas veces de que nuestros hijos celiacos van invitados a los cumples cargados con su merienda. Mi hija tiene hoy uno y va con su bocadillo por varios motivos:
1.- Ella prefiere el suyo de lomo (del bueno, buenísimo) al pan de molde seco y tieso que la mamá más colaboradora haya comprado en el herbolario correspondiente. No le gusta. Y a mí, tampoco. Si se puede llamar pan, claro, porque es practicamente incomible, si no se le da un toque de calor.
2.- Se está extendiendo como la pólvora la creencia popular de que en Mercadona TODO es sin gluten, incluído el pan de molde de la marca Hacendado. Esto ocurre, y a pesar de que es mucha la gente que sabe que los productos elaborados con harinas son los que no podemos consumir, todavía pregunta si tal bollo o tal galleta o tal empanada de esta tienda podemos comerlo.
3.- Yo no me fío, visto este panorama, de que el pan del bocadillo sea sin gluten, pero que se lo hagan en la encimera después de los otros bocadillos o lo metan en el mismo papel de aluminio o le echen margarina o alguna cosita más. Son detalles que nosotros vemos como parte de nuestro proceso de elaboración de alimentos de la forma más normal del mundo. El resto de la humanidad también desconoce esto.
4.- La inmensa mayoría de los papás SI se preocupan y preguntan la marca de patatas, si pueden tomar coca cola, si los gusanitos de tal marca o las palomitas, y hasta qué les ponen de bocadillo o donde compran el pan, hasta que los veo tan perdidos que opto por ofrecerme a llevarlo.
5.- Mi hija hoy quiere patinar sobre hielo. Quiere estar con sus amigas y beberse una coca-cola porque yo no estoy delante. El bocadillo es un mero adorno en todo esto.
6.- Esto es un problema de salud y eso está por encima del malestar nuestro hacia la desconsideración de los demás.
7.- Aprender a no esperar demasiado de los demás o a solventar su día a día tampoco viene mal a nuestros hijos, no porque sean celiacos, por favor, faltaría más, sino porque la vida es así dura.
Esta es mi opinión. Espero que no me comáis (aunque creo que soy sin gluten)
Creo que todo depende de la circunstancia, el momento y el lugar. A veces es más fácil, rápido y mejor llevar la comida y otras, pues volverse loco para que la tengan.
ResponderEliminarPara mí, es más fácil llevar comida ya hecha: tardo menos, me gusta más y lo disfruto el doble. Aunque adoro cuando puedo ir a un sitio y simplemente comer con toda seguridad. :)
Los papás que no convivimos con un celíaco no estamos tan pendientes de los pequeños detalles como vosotros.
ResponderEliminarYa sabes que tenemos unos amigos con una niña celíaca, y de verdad que yo lo paso mal porque aunque intento controlar todo, me da miedo de que se me olvide algo. Ellos suelen traer cuando vienen a casa la merienda y alguna que otra cosita para la niña... y yo lo agradezco un montón. De lo que se trata es de que todos disfrutemos ¡no?.
Pues eso... espero que tu niña se lo haya pasado de miedo en el cumple.
La verdad es que cuando dicen... No hay problema... lo paso mal... A no ser como en el cumple que estuvimos hará un par de semanas en Planeta Magic... Me invitaron a pasar a la cocina, me enseñaron el pan de molde de Schar, me enseñaron la Nutella, me enseñaron el rincón exclusivo y el cuchillo exclusivo, otro con jamón york extra y de postre un helado de Nestlé... Que gusto.
ResponderEliminarEn el cumple de esta semana no había nada sin gluten. A mi enana la expliqué por qué llevaba su minineverita y me contestó.... No te preocupes mamá si tus bocadillos son los que mas me gustan.
Mil gracias por tu comentario tan sentido y cariñoso.
ResponderEliminarBesos grandes.
Ojalá hubiera aquí un lugar como ese que fue Pikerita!!
ResponderEliminarY sobre llevar la comida... ayer mismo fuimos a un cumple en casa de unos amigos, llevamos la pizza sin gluten, pedimos las papitas y la bebida correcta... mi hija se pasó jugando y ni probó la dichosa pizza!! Es todo un tema comer fuera...
Hoy (domingo) vamos a comer fuera invitados por mi tía. Y volvemos a un restaurante que hemos ido las cinco veces anteriores que nos hemos reunido. El último día hace dos semanas nos encontramos con la sorpresa que le trajeron su propio panecillo recién hecho, (un poco duro) pero a ella le pareció el mejor pan del mundo y me hizo volver a meter en el bolso el que yo llevaba.. Hoy me ha dicho: "Mama no hace falta que te lleves el pan que allí tinen"
ResponderEliminarLo de los papaás y cumpleaños estoy toalmente deacuerdo contigo los hay que ni se preocupan ylos hay que se pierden...
Ya sabes que yo, comparto el 100% de tu entrada de hoy (la leí anoche).
ResponderEliminarPuedo imaginar perfectamente la desconfianza que sentís.
ResponderEliminarCada vez que voy a Mercadona y veo productos sin gluten me acuerdo de tí.
No te comemos hija!
ResponderEliminarleyendo el comentario de Emma, a mí me ocurre igual, y me llam la atención la cantidad de productos sin gluten que hay en Mercadona y en el mismo Corte Inglés( ayer estuve en su super y pensé en tí), aunque supongo como dices, que no todo el monte es orégano.
Saludos domingueros.
Bueno, al menos lo intentan, ten en cuenta que no conocen tanto ese mundo, y que seguro nunca lo controlarán tan bien como tú, lo hacen con la mejor intención, seguro.
ResponderEliminarAnimo.
Mabel
Yo también me acuerdo mucho de vosotras cuando veo la espiguita tachada.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de los papis, supongo que habrá de todo. Un amigo celiaco de mi hermano me dice que el viene sin problemas a mi casa porque sabe que no vamos a equivocarnos con su comida, pero que, cuando va a cualquier otra casa, fiesta, etc, aunque la intención del anfitrión sea buena, prefiere llevarse su comida, porque es verdad que aunque sea todo sin gluten, no se tiene tanto cuidado con la contaminación de los platos.
Pero bueno, lo importante esque se lo pasara bomba, y se a ciencia cierta que así fue!
Besitos!
Hola Nuria!!
ResponderEliminarHace tiempo que te sigo y me encanta leer tu blog. Aun no te había hecho ningun comentario, pero hoy al leer tu post me ha recordado tanto lo que me pasa a mí...te entiendo perfectamente!!
Soy mamá de un niño celiaco y pienso que tenemos que animar a hoteles, bares, restaurantes, colegios.....y así lo hago.
Pero cuando mi hijo tiene que ir a un cumple y se ofrecen para hacer algo para él tengo el corazón partido, quiero animarles pero bufff... la verdad es que al final siempre se suele convertir en llevar él su merienda y en el cumple suelen tener patatilla que él puede comer...y que quieres que te diga, él está encantado, la comida es lo de menos!!
Matilde
UF! yo agradezcoi que ninguno de los míos la tenga declarada, pero cuando metoca a mi, no me fío... siempreme duele un poco el estómago cuando como fuera de casa, excepto con lasensalas y la carna claro! besitos Nuri!
ResponderEliminarSaha,
ResponderEliminarEfectivamente, depende, y mucho. Aquí me refiero a cumpleaños que se suelen celebrarn en pizzerías o sitios que dan hamburguesas, perritos o sandwiches.
Cuando voy a casas de familiares y amigos, casi al 100% voy con las manos vacías o, como mucho, con nuestro pan.
Lisbeth,
TE entiendo perfectamente porque a mis amigos los pasa lo mismo, que sufren los pobres o les pasaba, mejor dicho, porque donde somos "habituales" ya lo tienen muy controlado y si tienen dudas: teléfono y a preguntar.
Pikerita,
No hay que olvidar, claro, los sitios donde sí ofrecen menús sin gluten para niños. No son muchos, pero cuando lo hacen ya van controlando.
Gabriela,
Ah claro, luego está ese caso también, el que llevas la comida y no la prueban o, peor, se la piden o preparan especial y no les gusta. Yo he pasado corte con eso alguna vez.
Marse,
Otro lujo: el restaurante donde ya te conocen. Me encanta ir a sitios donde no tienes que estar dando la oportunas explicaciones que mí, particularmente, me cansan mucho. Y los mejores, esos, los que se han quedado con el tema y tienen esos detalles con sus clientes.
Alegría,
Gracías otra vez.
Emma,
Que tendrá Mercadona que todo el mundo se acuerda de nosotros cuando va, jajaa. Bueno, no te creas que me parece una tontería ¿eh? Es una forma como otra cualquiera de que se nos conozca.
Marci,
No, no es todo el monte orégano. Todavía nos queda mucho para poder consumir muchos productos con total confianza. Se van dando pasos, pero todo es muy lento.
Todo pasa por una ley de etiquetado que ofrezca garantías, y para eso todavía queda.
Mabel,
Yo agradezco enormemente todos estos detalles, no creas que no. Mi experiencia personal es que la mayoría de las personas sí se preocupan, preguntan y quieren colaborar.
Elena,
El amigo de tu hermano tiene mucha suerte, y yo reconozco que también con mis amigos. Todos se portan genial y adaptan sus menús a lo que nosotras podemos comer.
Matilde,
Bienvenida y muchas gracias por tu comentario, que me parece muy sensato. Creo que debemos de "exigir" en otras instancias y no a título personal donde lo único que debemos en confiar en la buena fe de la gente.
Espero verte por aquí.
Pancha,
Estamos tan en guardia, tan en alerta que nos cuesta mucho confiar, pero hay gente en la que se puede.