Como no soy cirujano, no se me ocurriría decir nunca a uno por donde tiene que abrir; ni a un ingeniero aleccionarle sobre su especialidad; ni a un abogado guiarle en un caso; ni a un fontanero darle instrucciones para una reparación. No le diría a un arquitecto donde tiene que poner un pilar o un muro, no me atrevería a decir a un economista la tendencia de ninguna variable, ni a un fotógrafo con qué objetivo tiene que tirar su foto.
Entonces pregunto, ¿Por qué todos aquellos que no son padres se toman la licencia de cuestionarnos a todos los que sí lo somos? ¿Por qué nos quieren dar lecciones? ¿De qué? Que me lo expliquen porque es algo que escapa de mi compresión. Y que cada vez soporto menos, dicho sea de paso.
Entonces pregunto, ¿Por qué todos aquellos que no son padres se toman la licencia de cuestionarnos a todos los que sí lo somos? ¿Por qué nos quieren dar lecciones? ¿De qué? Que me lo expliquen porque es algo que escapa de mi compresión. Y que cada vez soporto menos, dicho sea de paso.
Pues Nuria, justo por eso. Si fueran padres sabrían de qué hablan, y comprenderían y no cuestionarían. Hay mucho tonto por ahí suelto.
ResponderEliminar¡JÁ!
ResponderEliminarPorque en realidad todos opinamos de la vida de los demás, de sus relaciones, de cómo gastan el dinero, de cómo decoran su casa, de cómo visten... de mil y una chorradas en las que nos metemos y juzgamos si los demás hacen bien o mal, siempre según nuestro modo de pensar, claro. Es una lástima, pero así somos.
ResponderEliminarPues tú ni caso, ni fú, ni fá. Cuando me quedé embarazada, pocos meses antes de nacer mi peke era una de las cosas que más temía. Las críticas de los demás. Ahora, es como si una parte de mi , aquella por las que pasean las críticas de los demás (sobre todo como bien dices, los que no saben de que hablan), está llena de aceite resbaladizo que mandan directamente a la papelera sus comentarios, y no veas lo bien que me siento!
ResponderEliminartodo el que tiene un problema(si es que lo tiene) se tiene que preocupar por si mismo de solucinarlo y si en algún momento lo necesita, pedirá ayuda, mientras tanto, los demás sólo son espectadores. Yo lamentablemente tengo una "cuñadita" experta en dar lecciones de carreras que no ha estudiado, y te comprendo...
Ya sabes,"no hay mas desprecio, que no hacer aprecio"
MUXO ANIMO GUAPETONA!!
ResponderEliminar¡Has dao en el clavo!...¡Yo tampoco lo soporto!.. Lo malo es que estoy perdiendo las formas al responder.
ResponderEliminarpara cuestionarme tengo bastante conmigo misma......
ResponderEliminarUy, Uy, Uy !!!!!!
ResponderEliminar¿Quién ha osado meterse donde no le llamaban?
A mí me pasa como a vosotras, ahora llega un punto que me pierden las formas.
Yo estoy de acuerdo con Marimar,a menudo metemos las narices en burbujas ajenas y eso es ampliable a niños,trabajo,formas de vestir,relaciones sentimentales,amistades...
ResponderEliminarQue cada uno mire para si y se encargue de sus propias miserias caramba!
Tomate una kukakola y ya se te pasa mujé!
Ese es un temazo para mi aquí, porque especialmente los viejos me miran con una cara de espanto cuando escuchan a las ninhas llorar, y lloran por nada, entonces me ha pasado un millón de veces que voy camino al kinder aguantando los gritos y llantos de la Amanda y una vieja con un perro (porque tienen perros pero no ninhos) me grita que pobre ninha, que porque no la tomo ni la comprendo y yo cada día pierdo con mayor fuerza la compostura y les digo que no escucho, sabe usté que esta pasando? conoce usté a mis hijos para que opine? y que rabia... solo acordarme me da rabia...
ResponderEliminarYo a veces creo que la gente se siente con el derecho de opinar acerca de la vida de los otros, y no solo porque creen tener la razón, sino también porque en sus propias vidas les falta aquello que hace que la vida sea interesante, comprensiva, amable... les faltará amor? a veces creo que si, y se meten y se meten hasta que nos revientas los ovarios (disculpa jajajaj)lo hacen de tanta soledad con la que viven y se acercan a nosotros de esta manera, a tarvés de las críticas, sin entender que la mejor manera de entrar en el corazón de los otros, es através de la comprensión y la sonrisa y la palabra amable... besitos!!!
A la gente le encanta opinar. Lo mejor: oidos sordos...o dientes-dientes, como decía la pantoja!
ResponderEliminarMe encanta lo que dice marité y por supuesto intento que sea mi ley de vida... paso mucho de tooodos los comentarios del mundo, yo soy de esas aburridas que no entran al trapo en cotilleos, pero es cierto, que a veces a una le superan. Creo que es cuando estamos más bajas hormonalmente y saltamos a la mínima, je,je,
ResponderEliminarEtá claro, que no somos perfectos y si cometemos errores, no es porque queramos y nadie es quien para juzgarnos. Mientras nuestra conciencia esté tranquila, lo demás, como dice marité... aceite resbaladizo
Gracias a todas.
ResponderEliminarLleváis razón en que estas cosas te tienen que afectar poco o nada, pero me quedo con las palabras de Isthar cuando dice que bastante nos cuestionamos nosotras mismas como madres para que nos toquen la moral, sobre todo, aquellos que no saben de lo qeu hablan y que siempre están con el "si fuera mi hijo no le permitiría ..."yo a mi hijo no le consentiría ..." "a este niño le quitaba yo la tontería ...".
Sí, sí, había que verlos a muchos.
Gracias otra vez!!