Biscotes caseros

Cuando voy al sitio de mi recreo suelo ir con un buen arsenal de provisiones de todo lo que no puedo comprar allí. Básicamente barritas de pan y biscotes. Este fin de semana me llevé un pan casero hecho con la fórmula rápida y fácil que vimos el otro día, pero con la idea de tunearlo y convertirlo en biscotes. Con esta receta de pan mato unos cuantos pájaros de un tiro, porque si bien es difícil encontrar casi de todo en un pueblo como el mío, sí que, creo, podré encontrar lo básico para hacerlo allí si me veo apurada. Si consigo medio kilo de harina sin gluten (ya sea maizena o arroz), podré tener siempre un trozo de pan que llevarme a la boca o una tostada para desayunar.

Así se hace:

Colocamos el pan cortado en rodajitas en el horno precalentado a 130º para deshidratar el pan (el mío de allí no calienta mucho), diez minutos por cada lado y ¡¡listos!! . Ojo si probáis, que no tienen que quedarse duros, son como las galletas que están tiernas y endurecen cuando se enfrían.

Y además:

Se puede hacer con cualquier tipo de pan.

Es apto para glutenistas.

Se hace solito mientras tomas el café.

Se puede reciclar un pan que ya se esté quedando un poco duro.
Y seguro que hasta se puede hacer un foto mejor si no te están llamando para irte a la calle a disfrutar del maravillos sábado de sol que hizo.