Igual, igual, igual. Prefiero fijarme con detenimiento, cuando me sorprende para bien, pero sinceramente, son muchas más las veces, que me sorprende para lo contrario.
La mayoría de las veces me sorprende para mal, así que cuando es al revés y la sorpresa es positiva me llevo una doble sorpresa y la disfruto por tanto mucho más.
Igual, igual, igual. Prefiero fijarme con detenimiento, cuando me sorprende para bien, pero sinceramente, son muchas más las veces, que me sorprende para lo contrario.
ResponderEliminarLo triste es que, cuando es para mal, no te sueles sorprender, será porque siempre esperamos lo peor, supongo.
ResponderEliminarUn blog muy personal. Un saludo (yo normalmente firmo como hannah, por eso he llegado a tu blog.
ResponderEliminarhttp://sorprenderas.blogspot.com/
Emmmmm... cuando salga del curro te diré porque aquíiii...
ResponderEliminarbuenoooo, yo es que estoy en fase misantrópica...
ResponderEliminarAna
si es cierto que te puede sorprender!!!!!!!!1, cuando es para mal no me sorprendo más bien me asusto.
ResponderEliminarA mi para mal.
ResponderEliminarQué le vamos a hacer
El problema es que me sigue pasando que me sorprenden con más frecuencia para mal que para bien.
ResponderEliminarUna pena.
Pocas veces, pero algo es algo.
ResponderEliminarMi capacidad de sorpresa es infinita. Con el humano y con el no humano, para bien y para mal...
ResponderEliminarInfinita, lo dicho.
Besos.
No demasiado, no sé si es que estoy "curada de espanto" o que ya casi no me sorprende nada...hummm.... creo que tengo un mal día...
ResponderEliminarMaite
La mayoría de las veces me sorprende para mal, así que cuando es al revés y la sorpresa es positiva me llevo una doble sorpresa y la disfruto por tanto mucho más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Puñetero Blogger... Yo había dicho esta mañana que ahora estoy en fase misantrópica, así que lo de la bondad del ser humano, no sé yo...
ResponderEliminarAna
Ya no me sorprende nada...
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