viernes, 19 de enero de 2007

Pleno

No tuve que pedirlo. En la misma reunión para concretar detalles de la Primera Comunión se dirigieron a mí para decirme que "luego hablamos de lo de tu hija". Les dije que podían hablar abiertamente delante del resto de padres, es más que quería que conociecen el tema. El problema para la monja no era forma sí, forma no, la cosa era que a ver si era yo la que podía llevar las formas porque ella anda muy liada y que la niña comulgaría la primera para poder mojar su forma en el vino. Ya está. Sin más. Tienen otros celiacos en la parroquia y así lo hacen con todos.

Sin oponer resistencia.

Pero, mi gozo en un pozo. Cuando llego a casa y digo fechas y condiciones a la niña no la cuadra porque una persona muy especial para ella no puede venir ese día y se harta de llorar. Intento animarla, la digo con qué niños irá, que tendrá su forma, que comulgara la primera ... No hay consuelo.

¿Por qué cuento todo esto?

Ya sabeis que ultimamente mantengo la postura de intentar que, con sus limitaciones, nuestras vidas sean lo más normales posibles, no darle a la enfermedad un papel prioritario y aprender también a enfrentarse a situaciones diferentes.

Pues bien, en la desesperación inicial por cambiar fechas y parroquias tuve que decirle a la niña que entendiera que iba a renunciar a muchas cosas por estar con una persona ese día y que una de ellas era a comulgar con su forma de maiz porque quizás en la otra parroquia no lo aceptaran y que, una vez que cambiemos no podemos echarnos atrás. Quizás porque era algo que ella sabía que podía ocurrir de todas formas, dijo que la daba igual, que ella quería que su prima estuviera el día de su comunión.

Hice unas llamaditas y ¡¡voilá!! Por suerte, y en principio, porque no he hablado directamente con el párroco, me dijeron que otros celiacos en esa Iglesia llevan su forma y también se la dan.

Asumir uno sus propias limitaciones parece otra buena forma de alcazar la felicidad sin sentirse discriminado.

1 comentario:

  1. Ana y Víctor M. dice:
    Por fin te lo podemos decir en tu bitácora:

    Aún con nuestras diferencias de los días pasados... Nos alegramos sinceramente de que tu hija pueda cumplir su sueño, y junto a su prima, y familiares pueda recibir su Comunión con la “forma de maíz” y que vosotros como padres católicos, disfrutéis junto con ella de ese día tan especial.

    Nuestra más sincera enhorabuena.


    19-01-2007 19:01:56
    Nieves dice:
    ¡¡¡Olé, olé y olé!!!

    Te felicito.

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