Animal de costumbres

En los, todavía, 38 años que tengo, hay cosas que forman parte de mi vida y que no han cambiado ni evolucionado en ningún sentido. Mi Semana Santa ha sido, y espero que siga siendo, la misma desde que tengo uso de razón. Casi podría confundir unas con otras y relatarlas todas como una sola o contar una sola para resumirlas todas. Sólo el tiempo las diferencia sutilmente. No es lo mismo si nieva (como este año), que si llueve (como el pasado), que si hace sol (alguna ha habido). Este año no será diferente. Es como un ritual. Comeré y beberé las mismas cosas y casi en los mismos sitios, asistiré a los mismos Oficios, estaré con la misma gente, con mi familia, que por suerte sólo crece, y con los amigos de siempre. Me reencontraré con los que hace tiempo que no veo, recordaremos las mismas batallitas, prometeremos vernos o hablarnos más a menudo y todo será igual después, hasta el año que viene. No quiero sorpresas, ni cambios, ni innovaciones, ni sugerencias, ni invitaciones ni ideas geniales estos días. Y mucho menos compromisos. Quiero que todo transcurra como siempre y volver.

Amén.