De ciento en viento, que diría aquel, a mí me da por tejer. No salgo del punto del derecho y del punto del revés y abandono la labor en cuanto puedo porque es un vicio que me aparta de la cocina, del estudio y de la lectura. Para Nochebuena, mi hijo estrenó esta bufanda. Quedó la mar de chula y mi sobrino (8) me dijo que quería una igual y mi marido, que también.
Y ahora soy yo la que la quiere, porque ha sido vérsela a ella (la lana es igualita aunque la foto con Instagram lo disimule) y pensar en cómo puedo yo vivir sin una bufanda gris.
Como no soy de naturaleza creativa, cuando hago una de estas cosillas no puedo evitar pensar lo que vale el material y el tiempo y que, por mucho menos, seguro que la encuentro.
¿Qué decís? ¿Mejor hecha en casa o comprada?
Yo ya sabes, siempre hecha por una misma. La que ella lleva no es un cuello ? Te puedes coger una agujas circulares y en un momento lo tienes hecho. Yo hice un cuello en punto de arroz y ya me han pedido que le haga uno a una amiga. Tú tb has sucumbido. Yo ahora estoy con un gorro de punto garbanzo
ResponderEliminarBesos
Emma
Yo soy mucho de hecho en casa, disfruto y me relaja... pero algunas veces me entra el ansia viva y termino cómprandolo. :)
ResponderEliminarPor economía, mejor comprada. Pero hecha en casa tiene más encanto!!! Yo también estoy con ello, ya os contaré...
ResponderEliminarse me ha ocurrido seguir tu link al blog de la Berrocal y no puedo por menos que preguntarme... ¿de qué se disfraza esta chica? gafas martirio, pantalón plástico fucsia, deportivos-tocho, bufanda gris, bolso verde... pero es que hay otro post donde nos enseña cómo vestirnos cómodas para viajar que es peor aún... ¡¡¡mitad señorona mitad Belén Estaban! no puedo con mi vida, se pongan como se pongan, yo no trago con esta pava como modelo fashionista!
ResponderEliminarbuenos días!
Yo ando enredada con un cuello circular, ya lo enseñaré. Me queda sólo un ovillo de los tres que tenía muertos de risa de esa lana. Pero tengo más ovillos y hay que darles salida.
ResponderEliminarYa pondré el resultado.
Besos
La bufanda me encanta, y mejor hecha en casa...
ResponderEliminarjaja.. ya sabes que yo pillo fotito y se la envío a mi madre para que me lo haga.
ResponderEliminarYo es que con el tejer nunca me he metido, la verdad. Me quedo con la cocina, la pintura, la plastilina y el papel maché. Y últimamente, casi no puedo ni con la cocina... pero está en mi lista de "pendientes", aprender. Algún día...
ResponderEliminarSi mientras lo haces disfrutas con ello, te relaja y distrae, yo opto por el diy y me olvido de si lo encontraría más barato ya hecho, porque para mí es satisfacción y buenos ratos el que sea hecho por mí. Está claro que conforme están los precios en vestimenta hoy por hoy no es rentable hacerlo uno mismo, pero si se trata de ocio y afición hazlo tú misma.
ResponderEliminarYo no salgo del punto bobo pero me encanta darle a las agujas.
ResponderEliminarSaludines.
Seguro que la encontrarías más barata, pero la satisfacción de confeccionar una prenda y ver que alguien que quieres va abrigado, no tiene precio. Yo le hice un jersey a mi marido hace ya 6-7 años, le viene un poco grande, pero le encanta, porque va muy abrigado, seguro que le podría haber comprado 3 jerseys por lo menos con lo que me costó la lana, pero me gusta mucho verlo con él. Lo mismo vuelvo a coger las agujas, pero es que es un vicio...¿verdad? Besos
ResponderEliminarComprada la puedes encontrar más barata, pero el gustazo de llevar una hecha por ti y disfrutar haciéndola, no tiene precio. Yo me hice un megacuello azul de lo más práctico y abrigado. A ver si le hago una foto antes de que esté hecho polvo y lo subo al blog.
ResponderEliminarNo me hables de labores, llevo dos veranos con crocheteando una mantita!
ResponderEliminarMe tenéis casi convencida, pero ... ¡¡es que es una bufanda muuuuuuuuuuuuuuuuuy larga!!
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