martes, 9 de abril de 2013

6 meses y 14 días ...

... en el paro. 

Hace unos días,  leí  en alguna parte que las personas que se deprimen cuando pierden su trabajo es porque habían hecho de éste el centro de su vida. Discrepo. Es evidente que aparte de algo que te puede llenar personalmente (sobre todo si trabajas en lo que te gusta) hay otros motivos ¿no? El económico es uno muy importante (salvo en ocasiones) pero también el hecho de que tu trabajo es algo que te pertenece sólo a tí: tus responsabilidades y también tus relaciones con compañeros y colegas. Tus relaciones en el campo laboral y el trabajo mismo te obligan a tener unos cuidados contigo mismo también, tú imagen es importante. Yo hace meses, por ejemplo, que no me subo en unos tacones, que no me pongo un vestido y que no voy de compras. Aunque no he llegado a pasearme por el mundo en chandal y he advertido a mis más allegados que si ese momento llega tendrían que preocuparse. 

También te trae cosas buenas. Un tiempo que jamás has tenido cuando tu ocupación era a jornada completa y además, partida. Un tiempo para hacer esas cosas que te gustan y también esas otras que empiezas a aborrecer (os aseguro que puedes odiar tu casa, tus muebles, tus cortinas y hasta las sábanas de la cama). Tiempo para dedicar a tu familia sin dependencia de terceras personas. Tiempo para idear mil empresas que empezar y desmontarlas con la misma finalidad, para plantearte qué es lo que quieres y lo que no, para cocinar por la mañana, investigar por la mañana y asistir a clase de tarde.

Por momentos parece que esto es mejor que antes y otros al contrario, pero al final, hagas lo que hagas, te dediques a lo que te dediques, los días siempre se quedan cortos.

Post ñoño. Sorry.

Editado. Ya es primavera para mis "gitanillas".





7 comentarios:

  1. Me parece que así estamos muchas... Aunque yo si voy ya con el chandal, al menos 2 dias en semana. Miento, 3. Se que tengo que poner remedio pero hay dias que las cuestas están más empinadas que otros. Snif... Espero que encuentres a alguien que anime tu estado.Yo mejor, lo dejo.

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  2. Os entiendo porque estuve dos años en paro antes de sacarme las oposiciones. Como ya he dicho otras veces, "suerte" tuve de quedarme en paro porqué fué la única manera de ponerme a estudiar aunque tuviera dos niños pequeños de 2 y 5 años. Y gracias a eso también pude cambiar mi trabajo por uno que ahora me gusta muchísimo más.
    ¿En chandal? Ya lo creo que usé el chandal je,je,je. Es ahora cuando no lo uso apenas, no me da tiempo ni los fines de semana.

    Un beso

    Yolanda

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  3. La jefa es la que mas vale
    La jefa va monísima y con tacones
    La jefa nunca.. jamás decae
    La jefa saca adelante sus ideas a ultranza...

    ¿Qué hace la jefa escribiendo esto?

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  4. A mí no me da tiempo de ponerme el chándal, algunos días llego a la tarde en pijama y sin duchar... pero claro, con la niña de un mes, es lo que hay.
    Para mí, cuando estuve en paro, lo más difícil era llegar al final del día sin haber salido de casa y sin haber hablado con nadie. Sobre todo después de haber trabajado durante años cara al público y con varios compañeros de trabajo, lo que peor llevaba era la soledad.
    Monta y desmonta planes de empresa, que al final alguno cuajará, y te encontrarás trabajando en un proyecto propio, que puede o no salir, pero que por lo menos es propio, te llena y te emociona.
    Ale, yo también me he puesto ñoña.
    Un beso!

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  5. ¿Qué puedo decirte? Nada más que suscribir cada palabra, ya lo sabes.
    Odiar la casa, desde luego, sobre todo porque antes parecía que estaba más limpia que ahora, pero es que ahora se cae encima. Como tienes "tiempo" pospones más cosas para mañana.
    Hay que buscarse ocupaciones mañaneras en las cuales poder hablar con gente, vestirse de forma coherente (las días de pilates se permite el chandal). Las tardes son para hacer de juez de silla entre las niñas.
    Yo voy por los dos años y medio y aún estoy con la cuesta.
    Besos y ánimo.

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  6. Estoy de aucerdo contigo. Aunque el trabajo no sea el centro de la cida de alguien nos "empuja" a muchas cosas. Crucemos los dedos para que esto se acabe cuanto antes.

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  7. Coincido con lo que dices excepto con los tacones. Yo cuando voy a dejar al niño al cole siempre me oigo la pesada de turno que me dice a dónde vas tan guapa ? A ningún sitio, pero prefiero ir mona que no horrenda como tú. Y se acabaron las preguntitas.
    Hay momentos de todo pero hay que sacar ánimo como sea.
    Besos
    Emma

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