Otra vez blogger me machacó mi relato del fin de semana y ahora sólo dispongo de cinco minutos para seguir la constumbre, que me viene siendo útil para darme cuenta de que mi vida no es tan aburrida como yo me creo o de que quizás podría serlo incluso más, de contar las cosas que he hecho y cómo me ha cundido. Desde que me fui el viernes y llegué a las tantas, corriendo, para que me diera tiempo a ir al teatro, ver que todas mis plantas habían agarrado, leer y dormir; pasando por el sábado y su mañana de tareas (quemado de comida incluído) y compra como buena ama de casa, para llegar a la Plaza, ver bailar a los chicos,
... tomar el aperitivo, comer, estudiar (sííííí), salir al parque con los niños, recibir un regalito atrasado de cumple, tomarme un rebujito en un bar que emulaba malamente una Feria de quiensabedonde y acabar cenando fuera y tomando un copita con los amigos en el mismo bar donde ya no había Feria, la música estaba demasiada alta y toda la ropa necesita aire, lavadora o las dos cosas cuando sales de él; hasta el domingo, con su mañana tranquila que acabó en la comida del día de la madre y su corderito asado, esa peli sobre la vida de María Callas que no vi terminar, la recogida, y la vuelta a casa con el primer atasco nocturno de la temporada.
Desde luego tus fines de semana te dan para mucho mucho... Que bien aprovechados.
ResponderEliminarMuchos besos.
Lina,
ResponderEliminar¡¡Anda que quien fue a hablar!! Por cierto, ¿estás haciendo cambios en el blog? No puedo entrar!!
Te iba a decir "no te quejes", pero he recordado cuánto me fastidia que me lo digan, aunque sea medio en broma. No ha estado mal, unas veces con prisas, ótras, parece que no corre el tiempo, pero así es como viene...
ResponderEliminarUn beso.
No estoy haciendo cambios... que raro que no puedas entrar, aunque si lo que quieres ver es el post que aparece en el reader como actualización no puedes, lo he borrado...
ResponderEliminarAins, si es que a veces no nos damos cuenta de todo lo que hacemos porque ya es casi "rutina" en nuestar cabeza. Salir, entrar, ir al pueblo, viajar -más cerca o más lejos- leer, ver pelis, teatro, cine, museos... Sin contar el día a día, el trabajo, la casa, los estudios... Vamos, que cunde la cosa muuuucho.
ResponderEliminarLo más importante: hagas más o menos, disfrútalo. Hasta de pasarte un fin de semana en el sofá, que para eso es tu tiempo libre :)
Alegría,
ResponderEliminarJajaa, a mí también me fastidia, pero todo depende de cómo se cuente. Si añado que fregué, cociné, puse tropecientas lavadoras, estuve sola con mis hijos (y lo que eso conlleva) hasta el sábado a las 7, que llevaban deberes ¡¡ambos!! y esas cositas sin importancia, el cuento cambia, pero, hoy me quedo con estas cosas que son las que he disfrutado.
Lina,
Es eso, que pincho ese post y no sale. Aclarado, pues.
Saha,
Es verdad, esto forma parte casi de la rutina para mí, con alguna novedad cada fin de semana, pero en realidad se parecen todos muchos, pero ¿cuando puedes apagar la luz a las 2 leyendo un libro que te apetece? ¿o levantarte a las 10?. ESas cositas son la chispa de la vida, sí.
ufff!! debo reconocer que me atoré con tanta cosa! yo habría terminado estresada.. jajajjaja... cómo teda para tanto? trabajas, estudias, cuidas a tus hijos... y hasta te pintas las unhas de rojo! yo no podría... me reconozco fiel admiradora de tu energía...
ResponderEliminarQUe bien te lo has pasado. Yo en cambio normalito y encima mal tiempo
ResponderEliminarPancha,
ResponderEliminarHas dado con la clave. Si hago todas estas cosas un fin de semana, ni me da tiempo a arreglarme ni nada de nada. Me tengo que dejar ... jajaaa.
Emma,
Bueno, bueno, no es oro todo lo que reluce, te lo digo yo.
:(
ResponderEliminarAnda vaaaaaa, que ya queda poco pal próximo finde...