Heme aquí, sana y salva, después de sufrir el "síndrome del telediario", que consiste, básicamente en poner la tele, que te enseñan el atasco-que asco que hay en la N-1 y la nieve, y ayudada por las llamadas de tu madre, de tu hermana, de tu prima y de una amiga, tú, ni corta ni perezosa, tiras de la familia, les obligas a comer, o más bien a engullir la comida, a recogerlo todo, a cortar aguas, gases y calefacción y todos pa`l coche, directitos a la gasolinera, a comprar las cadenas que no has necesitado en 37 años (¡ay!) visitando el mismo pueblo. Solté los 40 del ala (que nadie más me diga que en tiendas Aurgi cuestan 15, por favor) que me clavaron por ellas y, eso sí, ya tengo unas cadenitas en el maletero. Si tenerlas da tranquilidad, saber ponerlas debe de ser la hostia.
Como no hay mal que por bien no venga, algo me iluminó cuando llegué a casa y decidí que tenía un intruso en mi cocina que me estaba haciendo la vida imposible, así que, cuando lo saqué del lavavajillas, fue directamente al cubo (aunque luego recapacité, llevada esta vez por otro síndrome, el de Diógenes) y lo rescaté porque me vale para hacer mi pastel de cabracho.
"NUNCA MAIS"Aprovecho para recordaros el "Reto del Menú Anticrisis", que ya tenemos algún participante que ha hecho los deberes, y muy bien hechos por cierto.
* La foto de arriba está hecha desde mi habitación. ¿Merece o no merece la pena arriesgarse?
Me encanta lo que cuentas y no te lo tomes a mal, pero tenemos tantas y tantas cosas en común.
ResponderEliminarTengo pendiente de publicar un pastel de cabracho que sale de rechupetearse los deditos.
Para finalizar mi menú anticrisis solo me queda el postre, lo demás lo tengo todo atadito y bien atadito.
Besitos sin gluten
Jajaaaaaa¡¡Pero como me lo voy a tomar a mal, ¿eso no sería casi como renegar uno de sí mismo?.
ResponderEliminarVoy a adivinar dos cositas, por lo menos, que me delatan en el blog y que podemos tener tú y yo en común:
1.- Que no nos gustan los moldes de silicona.
2.- ¿La boquita de piñón?
Nada hija tú quédate en casita por si las moscas.
ResponderEliminarYa tengo hecho el menu de 10 euros, pero tengo varias dudas, primero si te lo tengo que mandar a ti o ponerlo yo en mi blog, segundo, me imagino que junto con la receta habrá que poner los precios de los ingredientes, y tercero, para qué día es, sólo me falta hacer el cálculo del coste de las recetas.
Hola Deluxe.
ResponderEliminarPuede colgarlo en tu blog cuando quieras, hay personas que ya lo han puesto. A mí me los podéis enviar hasta el 26 de Febrero, el menú con los precios y si hay fotos, pues mejor. Yo ese día colgaré un resumen con un enlace a vuestros blogs.
Gracias por participar, ¡¡¡me tenía que haber animado yo con el reto del cine!!
Efectivamente no nos gustan los moldes de silicona, pero hay que morir al palo y para cosas frías la verdad es que vienen bien, a cada cosa lo suyo.
ResponderEliminarLa boquita de piñon yo? Mira que lo intento jamía, por que no me gusta, por los niños, por mis compis, que se parten, pero no hay manera.
Pero es que además tenemos puntos de vista de la celiaquía muy similares, de la vida casi idénticos...y si tuviera que poner unas cadenas la liaria parda.
Además, así entre tú y yo, me jode que todo el mundo compre lo mismo más barato que yo.
Besitos sin gluten
Ya tienes mi menú publicado en mi blog.
ResponderEliminarVoy!!!
ResponderEliminarHola Hannah!
ResponderEliminarMe pregunto qué pasa con la quinoa, si tiene o no gluten
Yo tengo entendido que es todo proteína y que no se considera cereal.
Qué me dices?
Hola Démo.
ResponderEliminarMira por donde aparece por aquí alguien que lo mismo sabe poner las cadenas del coche .. ¿o no?. Lástima que me pilla un poquito lejos para que me des lecciones.
Efectivamente, la quinoa no es un cereal, es una semilla y también tengo entendido que tiene muchísimas más proteínas y fibra que el arroz, pero yo, te digo la verdad, no la he probado nunca, me da un poquito de repelús.
Ah, y te digo como a tu hermana, que os leo hace tanto tiempo que me hace mucha ilusión que os paséis por aquí.
ja, ja, ja..pues yo tenía unas cadenas que dejé a alguien y nunca mas las volví a ver.. esas sí que han salido caras...por cierto las compré en Aurgi..
ResponderEliminarPikerita.
ResponderEliminarNo lo digas,jajaja, pero seguro que te salieron más apañadas (es que a mí me han dicho que cuestan como 15 eurillos).
Lo de las cadenas no lo dirás por mi, no? Ni idea, yo la nieve la veo en postales, jeje.
ResponderEliminarCreo que si tuviera que cambiar una simple rueda, montaría un espectáculo...
Besos
¡¡Anda ya!! Tu qué vas a ser la de las cadenas, mujer de Dios!!! Aunque en Grazalema nieva ¿no? O eso me suena a mí, jajaaaaaaaa.
ResponderEliminarYO si pincho, móvil: marido, padre, hermano, primo o, en el peor de los casos, autoclub mutua.
Yo si pincho, creo que haría lo mismito que tú, Hannah! jajaja! que para eso estan cada uno de los señoritos que has mencionado no?jajaja! hermano, padre, primo...mutua socorro!!!
ResponderEliminarHannah, pruébala!
ResponderEliminarA nosostras nos encanta. La empecé a usar en mi época más radical vegetariana.
Tiene un sabor exquisito y da mucho juego. Puedes usarla en todas las recetas de cous-cous o bulgur y sustituirlos por ella.
Un consejillo sólo: enjuágala antes de cocerla, si no, sabe amarga.
El otro día hice pastelitos de coco aptos para celíacos (una buena amiga lo es). Súper fácil: mezcla dos huevos, 100 grs de azúcar y 200 grs de coco rallado. Haz montoncitos en una bandeja y hornea a 200 grados 10 minutos.
Deja enfriar y ya verás qué ricos!
Besos